Con el constructivismo ruso, surge una investigación estética basada en una experimentación sin utilidad inmediata con materiales y formas cuyo resultado no se consideraba una obra de arte sino un ejercicio constructivo a ser aplicado a objetos y producciones visuales utilitarios. La trayectoria de Alexander Rodchenko (1891-1956) resulta un ejemplo representativo de ese pasaje. Antes de 1917, había entrado en el círculo de la vanguardia moscovita y había seguido los pasos de Tatlin en el ensayo con construcciones tridimensionales abstractas de materiales diversos, a las que consideraba obras de arte acabadas. Entre fines de la década de 1910 y comienzos de la siguiente, Rodchenko desarrolló esculturas a partir de figuras geométricas concéntricas (círculos, cuadrados o elipses) recortadas de la misma plancha y desplegadas en el espacio.
CONSTRUCCIÓN COLGANTE Nº 11. CUADRADO DENTRO DE UN CUADRADO, 1921,
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